domingo, 17 de febrero de 2008

Subversión y contracultura

TOPOLOGÍAS DE LO VIRTUAL Y LO DIGITAL, SUBVERSIÓN Y CONTRACULTURA
Víctor Silva Echeto
Artículo completo en: http://web.upla.cl/revistafaro/02_monografico/03_vsilva.htm#_ftnref2

Propuestas como las de Guillermo Gómez Peña, de “amorenar” el espacio virtual, de ingresar a las redes digitales para subvertirlas, deconstruirlas, transgrediendo sus contenidos planteando acciones , politizando el debate y desarrollando una comprensión teórica “multicéntrica de las posibilidades culturales, políticas y estéticas de las nuevas tecnologías”, permiten proponer acciones en el ciberespacio para subvertir los poderes de la digitalización, es decir, del control informático, esas subversiones pasan por las topologías descentradas, desterritorializadas, híbridas y mutantes. También, el ciberespacio permite las conexiones rizomáticas (sin centro organizador) entre diversos colectivos antisistémicos (como FAIR – Fairness and Accuracy in Reporting-) o de foros contrainformativos (como Indymedia), configurando una nueva conciencia internacionalista. Así, un informe del Servicio de Inteligencia y Seguridad de Canadá, planteaba estos peligros que para los gobiernos supone esta nueva disidencia sin centro organizador:
“Internet ha dado nuevo aire a la filosofía anarquista, permitiendo la comunicación y la coordinación sin la necesidad de un centro de toma de decisiones, facilitando la coordinación de acciones a un costo mínimo y sin la necesidad de burocracia (…) Ha permitido a los grupos e individuos establecer lazos, compartir documentos e informes, así como reclutar miembros (….) Al igual que Internet, el movimiento antiglobalización es un cuerpo que se las arregla para sobrevivir y crecer sin la necesidad de una cabeza” (en Méndez Rubio, 2003: 228).
Bien lo saben los estudiantes de nivel medio (secundarios) de Chile, que en el mayo chileno de 2006, complementaron las tradicionales movilizaciones (marchas, tomas –ocupaciones- de los establecimientos), con blog, celulares (móviles), chats , es decir, ocuparon los no lugares digitales y los transformaron creativamente en espacios de disidencias. Esos invisibles, espectros, virtuales estudiantes, doblaron la mano al gobierno de centro-izquierda y a todos los partidos políticos de la derecha. Sorprendieron a un sistema político- partidario desgastado, agotado y administrando una agonía que ya tiene más 30 años (16 años de dictadura militar y 16 de democracia controlada). Si los carabineros (policías chilenos) los reprimían en las calles, los estudiantes cambiaban las piedras por teclados, celulares, ocupando la topología virtual, al estilo de la cinta de Moebius, donde el exterior no se distingue del interior, perdiéndose en el espacio virtual y dejando en esa fugacidad sus huellas disidentes. En definitiva, esta resistencia rizomática que se ubica en las zonas más invisibles de la cultura, se sabe espectral y en esa virtualidad está uno de los recursos más difíciles de contrarrestar. Se ubican tácticamente como microfísicas de contrapoder, como nómadas que al deambular desestabilizan los sedentarios centros de poder (al estilo del Estado- nación). En su desterritorialización vuelven a territorializarse pero en la fugacidad de la técnica, es decir, no intentan sedentarizar y estructurar una topología desestructurante, ágil y veloz. En definitiva, desde el no lugar digital del ciberespacio desestabilizan el poder binario del control informático, es decir, de los poderes económicos del capitalismo tardío. Por tanto, sus prácticas deconstruyen a las instituciones modernas y disciplinarias como el Estado- nación, el sistema judicial y la industria empresarial capitalista, generando acciones discontinuas, desterritorializadas, que desafían y dejan desconcertados a los que ostentan el privilegio del saber/ poder centralizado y jerárquico.