viernes, 29 de octubre de 2010

La filosofía The Sex Pistols III

LA FILOSOFÍA EN SEX PISTOLS
PARTE III

Víctor Silva Echeto.

1. Sex Pistols: de los surrealistas a los situacionistas en clave benjaminiana.
“El aburrimiento es siempre contrarrevolucionario”, escribían a modo de eslogan grafitero los situacionistas. La relación entre McLaren y este grupo de neovaguardia francés ha sido motivo de múltiples versiones. Una de ellas la aporta Greil Marcus (1993: 28): “en los primeros días del Londres punk apenas se podía encontrar un artículo sobre el tema en el que no figurase la palabra ‘dadá’: el punk era ‘como el dadá’, afirmaba todo el mundo, aunque nadie decía por qué, para no hablar de lo que se suponía que eso significaba. Referencias a la supuesta relación de Malcolm McLaren con la espectral ‘IS’ eran moneda corriente en la prensa pop británica, pero eso no parecía llevar a ninguna parte”.
La Internacional Situacionista surge en París en 1958. El primer número de Internationale situacionistte se publicó en junio de 1958, y, su editorial, iba precedido de un epígrafe que sostenía: el “éxito del surrealismo reside para muchos en que la ideología de esta sociedad, en su faceta más moderna, ha renunciado a una jerarquía estricta de valores facticios, pero se sirve abiertamente de lo irracional y de los residuos surrealistas’ Informe sobre la construcción de situaciones, junio de 1957”. Quizás, ya se había adelantado, Walter Benjamin a la crítica surrealista en un texto escrito en 1929: El surrealismo, la última instantánea de la inteligencia europea, donde cuestionaba que el surrealismo fuera solamente un movimiento literario motivado por la crisis del humanismo e incentivado por el consumo “extático” de alucinógenos. Con citas que lo aproximan al marxismo, al anarquismo y a la crisis en el arte, Benjamin, entre otras cosas, sostenía que “desde los escritos de Bakunin, no ha habido en Europa un concepto radical de libertad. Los surrealistas sí lo tienen. Ellos son los primeros en haber despachado el anticuado ideal de liberal humanista- moral de libertad, porque saben que ‘la libertad, que ha sido adquirida en esta Tierra al precio de tan duros sacrificios, se ha disfrutar sin restricciones durante todo el tiempo en que esté dada, sin hacer concesiones al pragmatismo en ninguna de sus encarnaciones’” (Benjamin, 2007: 313).
Esto, les demuestra a los surrealistas, “que la emancipación humana, concebida, en definitiva, en su forma revolucionaria más sencilla –una que tan sólo puede ser la emancipación humana practicada desde la totalidad de los puntos de vista-, es la única causa a cuyo servicio siempre vale la pena situarse’”. La pregunta que se formula Benjamin es: “¿consiguen los surrealistas combinar esta experiencia de la libertad con la otra experiencia revolucionaria que hemos de reconocer porque la teníamos: lo constructivo y dictatorial de la revolución? O, en pocas palabras, ¿consiguen conectar los surrealistas la revolución con la revuelta? ¿Cómo imaginar una existencia que se establezca en el bulevar de Bonne Nouvelle, en edificios de Le Corbusier y Pieter Oud? ” La respuesta, para Benjamin, es “ganar las fuerzas de la embriaguez para el servicio de la revolución”. ¿Qué otra cosa hacía el punk? No es la droga en su utilización revolucionaria, en el sentido en que Benjamin interpreta al surrealismo, una capacidad de “salir de sí”.
“Tanto el lector como el pensador, el esperanzado y el flaneur, son todos tipos del iluminado, como lo son el que consume opio, y el soñador, y el embriagado. Y ellos son, además, los más profanos. Por no hablar de la más terrible de las drogas (la más terrible, a saber, nosotros mismos), que consumimos en nuestra soledad”. No obstante, para Benjamin, hay que ganar las fuerzas de la embriaguez al servicio de la revolución o hacer una política poética.
“El surrealismo”, para Benjamin, “se ha acercado cada vez más a la respuesta comunista”. Esto significa: pesimismo completo. “Desconfianza en el destino de la literatura, desconfianza en el destino de la libertad, desconfianza en el destino de la humanidad europea, pero sobre todo desconfianza, desconfianza y desconfianza en todo entendimiento: entre las clases, pueblos, individuos”. ¿Comunismo o anarquismo? habría que preguntarle a Benjamin.
“Sólo una vez que el cuerpo y el espacio de imágenes se conjugan en ella con tal profundidad que la tensión revolucionaria se convierte en inervación corporal colectiva y las inervaciones corporales del colectivo se convierten en descarga revolucionaria, la realidad se puede superar a sí misma hasta el punto que exige el Manifiesto comunista. Por el momento, los surrealistas son sin duda los únicos en haber comprendido la tarea de hoy. Y van intercambiando, de uno en uno, la colección de gestos de su mímica en la esfera de un despertador cuyo timbre, a cada minuto, atruena por espacio de sesenta segundos” (Benjamin, 2007: 316).
Pero esa ilusión que tenía Benjamin en 1929, será puesta en entredicho más de 30 años después por los situacionistas. Tres párrafos del número 1 de la revista Internationale Situationniste:
“El surrealismo ha triunfado en el marco de un mundo que no ha sido transformado esencialmente. Este éxito se vuelve contra el surrealismo, que no esperaba nada menos que la destrucción del orden social dominante. Pero el retraso sobrevenido en la acción de las masas que se dedican a esta destrucción, manteniendo y agravando, junto a las demás contradicciones del capitalismo evolucionado, las mismas impotencias de la creación cultural, mantiene la actualidad del surrealismo y favorece múltiples repeticiones degradadas”.
Para los situacionistas: “el surrealismo no puede avanzar en las condiciones de vida que encontró y que se han prolongado escandalosamente hasta nuestros días porque es ya, en su conjunto, un suplemento de la poesía o el arte liquidados por el dadaísmo, porque todas sus posibilidades se encuentran más allá del postfacio surrealista a la historia del arte, en los problemas de una verdadera vida que hay que construir. De manera que todo lo que quiere situarse técnicamente después del surrealismo vuelve a encontrar los problemas de antes (poesía y teatro dadaístas, investigaciones formales al estilo de la colección ‘Mont-de-Piété’). En su mayor parte, las novedades pictóricas sobre las que se ha llamado la atención desde la última guerra sólo son detalles, aislados y aumentados, tomados -subrepticiamente- de la masa coherente de aportes surrealistas (Max Ernst recordaba, en una exposición en París al principio de 1958, lo que había enseñado a Pollock en 1942)”.
En definitiva, “el mundo moderno ha cubierto la ventaja formal que le llevaba el surrealismo. Las manifestaciones de lo nuevo en las disciplinas que progresan efectivamente (todas las técnicas científicas) toman una apariencia surrealista. En 1955 se hizo escribir a un robot de la Universidad de Manchester una carta de amor que podía pasar por un intento de escritura automática de un surrealista poco dotado. Pero la realidad que domina esta evolución es que, al no haberse hecho la revolución, todo lo que constituyó para el surrealismo un margen de libertad se ha visto recuperado y utilizado por el mundo represivo que los surrealistas habían combatido” (1999).
Las técnicas revolucionarias del surrealismo se han convertido en una terapéutica contrarrevolucionaria o en un conjunto de piezas publicitarias:
“El empleo del magnetófono para instruir a sujetos dormidos se propone reducir la reserva onírica de la vida con fines utilitarios, banales o repugnantes. Nada constituye sin embargo una inversión tan clara de los descubrimientos subversivos del surrealismo como la explotación que se ha hecho de la escritura automática, y de los juegos colectivos basados en ella, en el método de prospección de ideas llamado en los Estados Unidos ‘brainstorming”. Gerard Lanzun describe así en France-Observateur su funcionamiento: “En una sesión de duración limitada (de 10 minutos a 1 hora), un número limitado de personas (de 6 a 15) tienen plena libertad para exponer ideas, todas las que puedan, sean o no extravagantes, sin riesgo de censura. La calidad de las ideas importa poco. Está absolutamente prohibido criticar una idea emitida por uno de los participantes, e incluso sonreír cuando tiene la palabra. Cada uno tiene por otra parte el más absoluto derecho, y también el deber, de saquear las ideas anteriormente expresadas añadiendo algo propio” También, “el ejército, la administración, la policía han recurrido” a este método. “La propia investigación científica sustituye sus conferencias y mesas redondas por sesiones de ‘brainstorming’” Así “un autor y un productor de películas en el C.F.P.I. necesitan un título. ¡Ocho personas les propondrán 70 en 15 minutos! Después, un eslogan: ciento cuatro ideas en treinta y cuatro minutos; se retienen dos”. La regla es, en definitiva, “lo impensado, lo ilógico, lo absurdo, lo fuera de lugar. La calidad deja paso a la cantidad. El principal fin del método es eliminar diversas barreras de coacción social, de timidez, de miedo a hablar, que impiden a menudo a algunos individuos hablar durante una reunión o un consejo de administración, enunciar sugerencias ridículas entre las cuales no obstante podría haber un tesoro escondido. Al levantar esas barreras se constata que la gente habla, y sobre todo que todos tienen algo que decir” Hay empresarios estadounidense que “han comprendido rápidamente el interés de esta técnica en las relaciones con el personal. El que puede expresarse reivindica menos. ‘¡Organícennos brainstorming!’, piden a los especialistas: ‘eso demostrará al personal que hacemos caso de sus ideas, puesto que se las pedimos’. La técnica se ha convertido en una terapéutica contra el virus revolucionario”.
Estas son las críticas situacionistas al surrealismo. A partir de ellas, se propone la tarea de crear situaciones revolucionarias.
En 1957 un estudiante parisino de veinticinco años llamado Guy- Ernest Debord, reunió a artistas y escritores de Francia, Argelia, Italia, Dinamarca, Bélgica, Inglaterra, Escocia, Holanda y Alemania Occidental en la Internacional Situacionista. “En 1975 la difunta” Internacional Situacionista “ya no era más que una leyenda para unos pocos estudiantes de arte y unos cuantos radicales, ésa era la excitación que McLaren estaba buscando: ¿Cuál era la política del aburrimiento” (Marcus, 2003: 64).
2. De la pereza refinada al no hay futuro.
Raoul Vaneigem, una de las piezas claves de la máquina situacionista, escribió en 1988 Elogios a la pereza refinada, como un aullido punk, rechaza la idea capitalista de que la pereza quede presa de la trampa del trabajo “que ella rechaza cantando”. Citando al “analista silvestre” Georg Groddeck , sostiene que, ya éste percibía, que “en el arte de no hacer nada” se encuentra “una conciencia realmente liberada de las múltiples sujeciones que, del nacimiento a la muerte, hacen de la vida una frenética producción de nada”. Para Vaneigem: “el trabajo ha desnaturalizado la pereza. La ha convertido en su puta, al mismo tiempo que el poder patriarcal veía en la mujer el reposo del guerrero. La ha cubierto de sus falsas apariencias, cuando la altivez de las clases sociales explotadoras identifica la actividad laboriosa únicamente con la producción manual” (2000: 42).
Quizás, en algún momento, se descubra que la pereza es más creativa que el trabajo. “La pereza es una nada, asomarse a ella es contemplar un abismo y el abismo, aseguraba Nietzsche, te observa también a ti”. Máquinas deseantes, cuerpos sin órganos, pereza: “es preciso que el cuerpo, del cual constituye uno de los privilegios, se reconquiste como territorio del deseo…” (Vaneigem, 2000: 48).
No hay futuro, no hay futuro, graznan como grafitis con un grano en su voz, casi una década después que los situacionistas…
“Utilizaban el rock’n’roll como un arma contra sí mismo”. Desde el caos emergía un nuevo sonido…

Encrucijadas de derechas e izquierdas


Derecha sin tregua e izquierda paralizada.
Víctor Silva Echeto.

I
Ya es un lugar común sostener que desde el terremoto hasta el rescate de los 33 mineros, pasando por la venta de acciones de LAN y la enajenación del canal de televisión, Chilevisión, el gobierno de derecha encabezado por Sebastián Piñera no da tregua.
Partidariamente, ya que la política no se reduce a ella, la izquierda se encuentra paralizada. El retiro de la Concertación de Partidos por la Democracia del gobierno, demostró que, no era más (ni menos), que una coalición electoral, sin profundidad conceptual, capacidad política, ni recambio generacional (solamente que se considere que son el recambio generacional esos personajes que sobrepasan los 40 años y que aparecen diariamente por la televisión).
Su capacidad de articular un proyecto de movilización social, junto con sindicatos, movimientos sociales (entre ellos, étnicos), federaciones de estudiantes, radios comunitarias, periódicos alternativos, etc.., es escasa, por no decir, nula.
II
Mientras tanto, los canales de televisión abierta y de cable de grupos económicos o del gobierno (gubernamentalizados), siguen su juego. Recientemente, ante la muerte del ex presidente de Argentina, Néstor Kirchner, Alejandro Guillier en 24 hs de TVN, entrevistó al presidente de la Democracia Cristiana, Ignacio Walker y al senador de Renovación Nacional, Andrés Allamand, más que un debate fue una demostración de la “simpatía” ideológica que se encuentra en ambos partidos. Toda la crítica recayó sobre el cuerpo muerto de Kichner, con frases que bordean la comunidad ideológica que une a la derecha argentina y a los oligopolios mediáticos de uno y otro lado de la Cordillera: “… los Kichner”, repetían transformando a ese apellido y a una familia en una “monarquía constitucional”, “han perseguido a los medios independientes”. ¿Medios independientes?, ¿se referían a Clarín y a la Nación?, ¿independientes de quién y de qué?
III
La represión contra los movimientos sociales se incrementa en Chile. No hay tregua… Carabineros ingresando a las universidades, grupos de represión en la zona Sur –en territorio donde conviven comunidades mapuches-, secuestro por parte de las fuerzas de represión de material audiovisual de creadores nacionales y de otros países…
Giorgio Agamben, sostiene que el campo de concentración es el paradigma de seguridad de la actualidad, lo que debería de advertir a los urbanistas, las ciencias sociales y a los creadores. Ya lo había sostenido Michel Foucault, en un curso en el Collège de France el del año 1978-1979, “los neoliberales norteamericanos”, los referentes de los chilenos, intentan aplicar los “análisis economicistas a una serie de objetos, de ámbitos de comportamientos o de conductas, que no eran comportamientos o conductas de mercado: el intento, por ejemplo, de aplicar el análisis economicista al matrimonio, a la educación de los hijos, a la criminalidad” (35- 36). Vean que Hinzpeter no es tan creativo…
IV
La capacidad de la izquierda partidaria de cambiar la situación, hoy en Chile, es nula. Los movimientos sociales, étnicos, de estudiantes, de profesores, de medios de comunicación, en redes, deben de articular una estructura que pase de la resistencia a la movilización sin tregua, frente a la tregua represora de la derecha. Hay, en ese territorio, un hiato, un entre, una brecha que articule micropolíticamente a todos esos movimientos…

domingo, 24 de octubre de 2010

Ni los 33 eran orientales, ni Dios argentino.




Ni los 33 eran orientales, ni Dios argentino.
I
La palabra más reiterada por el presidente Piñera fue Dios. A los mineros no los sacó del fondo de la mina las cápsulas, sino una entidad suprema, de acuerdo a la versión presidencial. ¿Entonces para qué tanta inversión?
II
Jean Baudrillard, entre otras definiciones de simulacro, indica que el "crimen perfecto" es la hiperrealidad, es decir, la realidad más real (no en el sentido psicoanalítico lacaniano) que la propia realidad. ¿No se estará cometiendo un nuevo crimen perfecto en este momento en Chile?
III
El papelito recorrió Europa en sustitución de los mineros. La insistencia del presidente por mostrar esa sustitución de los 33 cuerpos enterrados en la nueva mina "mediática", llevó a Cecilia Morel a pedirle que no mostrara más el papelito. Pero ¿sino entrega el papelito sustituto de los 33 cuerpos qué podría mostrar si todo esto no ha sido más que un gran show postepectacular mediático? La situación de los 33 cuerpos es otra... Sobre esa hay mucha hipocresía.
IV
El marketing de la Concertación de Partidos por la Democracia, fue un iceberg que cruzó los mares del pacífico y del atlántico para instalarse en el tórrido verano andaluz. Los sevillanos/las sevillanas, en 1992, año de la expo mundial, se refugiaban en el stand chileno para refrescarse del verano que bordeaba temperaturas sobre los 35 grados. Mientras tanto, semióticamente, el gobierno de consenso con la dictadura y la derecha, de la concertación, comenzaba su proceso de lavar o limpiar con cloro la memoria. El blanco del iceberg, se transformará, con los años, en la limpieza de la Moneda de tanto pasado que insistía en retornar en las huellas de sus paredes.
Más de una década después, en otro gobierno –supuestamente de transición (la pregunta es ¿hacia qué y hacia dónde?- pedazos de la roca que sepultó a los mineros recorre Europa, como suvenir que el presidente Piñera, regala y muestra insistentemente. Está vez, no es el blanco olvido bajo la nieve el que amnesia la memoria, sino la roca que la intentará sepultar definitivamente.

viernes, 15 de octubre de 2010

La televisión de “los mineros



La televisión de “los mineros”: la transparencia del mal.
Víctor Silva Echeto.



I
Hace unos años se comenzó a utilizar en España, el concepto de televisión basura. En ese momento, diversos programas de televisión transformaron la “indignidad” humana en “dignidad” mediática. La pobreza, la locura, los llamados por Michel Foucault, “anormales” que el “orden del discurso” normalizaba a través de estrategias discursivas y no discursivas (o de visibilidad, para no plantearlo por negación), ingresaban en un radical proceso de “simulación” donde proliferaban los golpes de puño, las sillas por la cabeza, las infidelidades televisivas, los diálogos con el “más allá”, los extraterrestres, y toda una gama de excepcionalidades que se transformaban en la regla.
No obstante, seguramente todo ese show televisivo que se vivía (y vive) en España, no podía (ni puede) calibrar lo que ocurriría (y ocurrió) en Chile años después, con la cobertura que los canales de televisión realizaron de los 33 mineros rescatados de la mina San José.
II
Uno podría ampararse en la célebre teoría crítica de Guy Debord sobre la “sociedad del espectáculo” o la de Michel Foucault sobre la vigilancia pan-óptica o, aún más, en la planteada por Gilles Deleuze sobre “las sociedades de control” (no todas ellas compatibles), para analizar desde la teoría crítica lo que ocurrió en esta semana con la cobertura, por parte de la televisión, del rescate de los 33 mineros. Seguramente, en cada una de ellas encontrará claves conceptuales que les permita analizar, con cierto grado de distancia, lo que ocurrió. Y ocurrió, ¿qué ocurrió? que todas ellas fueron superadas. La tradicional posición del periodismo fue sustituida por el show del espectáculo, o, aún más, por el postespectáculo. Mineros transformados, por efecto del juego del simulacro, en presentadores de televisión.
El presidente Piñera –acompañado en la mina por su hermano Miguel Piñera- desafiando a los 33 a jugar un partido de fútbol con los integrantes del gobierno, y como propuesta, que: “el que pierde vuelve a la mina..:” ¿A la mina?
Las imágenes paralelamente realizaban un simulacro de encuesta sobre ¿qué puesto ocuparán los integrantes de gobierno?
Pero, también, aparece la vigilancia… Las cámaras controlando, panópticamente, cada minuto de su vida fuera de la mina. Tal como lo hicieron adentro de ella. Una transmisión que intenta simular “transparentar” la realidad pero que se encuentra con la monstruosidad de lo real. La heroicidad que la televisión intenta construir no es más que la deconstrucción de un vacío sin más sustancia que la intangilidad televisiva.

III
La pregunta sobre sí la sociedad postmoderna (o, en otro tono, sociedad de la comunicación) es más transparente, se la formuló, entre otros, Gianni Vattimo. La respuesta, después de varios ensayos y pruebas a la que fue sometida, fue negativa. La sociedad postmoderna no es más transparente, indica Vattimo, sino más compleja, más inestable, sostendría quien escribe.
No obstante ello, uno podría someter, nuevamente esa pregunta, a deconstrucciones múltiples. La transparencia en la televisión se ha transformado en mostrar vidas que transcurren entre conflictos maritales, familiares, en escenarios más propios de culebrones, en performativos que –siguiendo a Austin- estamos preparados para recibirlos y no sorprenden más que al simulado espectador que quiere autosorprenderse porque su vida no tiene más sorpresas que la aparecida en la televisión.
En el caso de los mineros se cumplió el plan… La salida estuvo marcada por conflictos maritales, desavenencias familiares, especulaciones sobre sus futuros llenos de éxito. A eso se redujo.
No obstante, las vinculaciones entre el gobierno y la impunidad de la empresa de la minería que sigue explotando trabajadores, no formó parte del relato televisivo; las vinculaciones entre la empresa que proporcionó la segunda máquina y el ministro de Defensa Jaime Ravinet, tampoco (http://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2010/10/13/noticias/pais/2010/10/08/declaracion-de-intereses-de-ravinet-no-incluye-a-empresa-duena-de-la-perforadora-del-%E2%80%9Cplan-b%E2%80%9D/). Sólo el interminable show que dejó encendida la luz que iluminó a los mineros bajo tierra en Copiapó.
Y, estas luces, todavía no se apagarán… Porque el último que se fue no apagó la luz.

viernes, 8 de octubre de 2010

Filosofía en The Sex Pistols. II parte,



Filosofía en The Sex Pistols: entre el anticristo punk y el nihilismo.
Segunda parte.
Víctor Silva Echeto.



I
En Nietzsche puede establecerse una conexión entre el anticristo, Dionisos y Zaratustra, los tres encarnan la tensión nihilista de cuestionar los valores sobre los que se construye la mirada occidental y la moral establecida.
Los Sex Pistols en Anarchy in the UK maldicen el presente, mientras que en God Save the Queen maldicen el pasado “con una blasfemia tan dura” que también arrastra al futuro: “No hay futuro…”


No hay futuro
No hay futuro
No hay futuro para ti
No hay futuro.
No hay futuro
No hay futuro
No hay futuro para mí.

El contexto de época es el del final del “sueño americano”. El cine lo asumía en la era de la “imagen- tiempo” que, para Deleuze, se superpone sobre la “imagen- movimiento”. Sobre la base de esta segunda, que tuvo sus puntos destacados con el acontecimiento que fue el “montaje”, se construyó una máquina épica que en los casos del cine- montaje de Eisenstein o David Wark Griffith, quienes instauraron el “sueño soviético”, por un lado, y, “el sueño americano, por otro. La crítica y crisis de esos sueños son una bofetada al interior de occidente.
En Estado Unidos, el cine de Elia Kazan, por ejemplo, se sustenta sobre esa crítica/crisis. Por su parte, en Inglaterra, la crisis socio-económico-cultural, tendrá sus consecuencias, por ejemplo, con el surgimiento de los cultural studies y su puesta en tensión en las relaciones entre cultura popular, cultura de elite y cultura de masas.

II
En Nietzsche el nihilismo es la transvalorización de todos los valores. Como los jóvenes rusos de la década del ’60 del siglo XIX, apuntalados por Turgénev en Padres e hijos, el “no futuro” de los Sex Pistols es el grito contra la linealidad temporal representada por los padres.
Los jóvenes nihilistas, retratados como rudos y cínicos, combatieron y ridiculizaron las ideas de sus padres. Su sinceridad rayaba la ofensa y el mal gusto, y esta actitud fue lo que más pareció definir a este movimiento.
Este movimiento, cuesta llamarlo vanguardia, se agrupa alrededor de la publicación Russkoe slovo. Los nihilistas abrazaron el materialismo –y el ateísmo- de la época de forma casi fanática; todo elemento religioso o idealista era rechazado. El principal redactor de Russkoe slovo, y máximo representante del llamado “nihilismo” fue Dmitri I. Pisarev (1840-1868). Junto a éste destacaron Varfolomei Zaitsev y Nikolai V. Sokolov. También, como los nihilistas rusos, lanzaron un grito contra la monarquía

dios salve a la reina
a su régimen fascista
éste, te convirtió en un subnormal
una bomba de hidrógeno en potencia
dios salve a la reina
ella no es ningún ser humano
no hay futuro



III
Retorno del Anticristo…
Ley contra el cristianismo, dada en el día de la salvación, en el día primero del año uno (-el 30 de septiembre de 1888 de la falsa cronología)
Guerra a muerte contra el vicio: el vicio es el cristianismo.
ARTÍCULO PRIMERO: Viciosa es toda especie de contranaturaleza. La especie más viciosa de hombre es el sacerdote: el enseña la contranaturaleza. Contra el sacerdote no se tienen razones se tiene presidio.
ARTÍCULO SEGUNDO: Toda participación en un servicio divino es un atentado contra la moralidad pública. Se será mas duro contra los protestantes que contra los católicos, mas duro contra los protestantes liberales que contra los protestantes ortodoxos. Lo que hay de criminal en el ser-cristiano crece en la medida en que uno se aproxima a la ciencia. El criminal de los criminales es, por consiguiente, el filósofo.
ARTÍCULO TERCERO: El lugar maldito en que el cristianismo ha encovado sus huevos de basilisco será arrasado, y, como lugar infame de la tierra, constituirá el terror de toda la posteridad. En él se criarán serpientes venenosas.
ARTÍCULO CUARTO: La predicación de la castidad es una incitación pública a la contranaturaleza. Todo desprecio de la vida sexual, toda impurificación de la misma con el concepto de “impuro” es el autentico pecado contra el espíritu santo de la vida.
ARTÍCULO QUINTO: Comer en la misma mesa con un sacerdote le hace quedar a uno expulsado: con ello uno se excomulga a sí mismo de la sociedad honesta. El sacerdote es nuestro chandala , - se le proscribirá, se lo hará morir de hambre, se lo echará a toda especie de desierto.
ARTÍCULO SEXTO: A la historia “sagrada” se la llamará con el nombre que merece, historia maldita; las palabras “Dios”, “redentor”, “santo”, se las empleará como insultos como divisas para los criminales.
ARTÍCULO SÉPTIMO: El resto se sigue de aquí.
IV
Estas vinculaciones entre Nietzsche y los Sex Pistols, a partir de la confusión en el grito de Johnny Rotten entre “soy un anticristo” y “soy un anarquista”, confusión que se mantiene en el libro de Greil Marcus, Rastros de carmín, pueden parecer forzadas, considerando, además, la influencia de los Lollardos en los Pistols. Sin embargo, los despiertan de sus tumbas después de cientos de años de olvido, por sus antiguas herejías británicas que equiparaban trabajo con pecado, rechazando a ambos. “En el siglo XIV resultó un credo peligroso, y una idea bastante extraña para aparecer en una canción pop del siglo XX” (Marcus, 1999: 21). En 1975, narra Bernard Rhodes –conspirador de la tienda de Malcolm McLaren y manager de Clash- “estaba escuchando la radio y algún enteradillo soltó su cháchara acerca de que si las cosas seguían como hasta entonces habría ochocientos mil parados en 1979, mientras que otro tipo dijo que si tal cosa sucedía sería el caos, sería de hecho la anarquía en las calles. Ésa era la raíz del punk. Uno lo sabía”.
En 1977, en Pretty vacant (bastante desocupado) reclamaban el derecho a no trabajar, y a ignorar todos los valores que eso implicaba: perseverancia, ambición, piedad, frugalidad, honestidad.

Estamos bastante/bastante desocupados
Estamos bastante/bastante desocupados
Estamos bastante/bastante desocupados/
y no nos importa.

“Y con todo era su disco más divertido, y el mas profesional: sonaban más como los Beatles que como un accidente de tráfico, pero cuando Johnny Rotten sacaba la lengua como si esa fuese su última palabra, levantaba ampollas; al igual que los singles anteriores, Pretty vacant” provocaba una carcajada en el público, y luego la devolvía garganta abajo.
La crítica al trabajo, como alienación, también se encontrará en uno de los principales articuladores del movimiento situacionista , Raoul Vaneigem, fundamentalmente, en Tratado para saber vivir de las nuevas generaciones.
“Referencias a la supuesta relación de Malcolm McLaren con la espectral ‘IS’ eran moneda corriente en la prensa pop británica…”.

V
La muerte de Dios en Nietzsche asume otro giro en la crítica humanista de la segunda mitad del siglo XX. Las tesis de Kojève sobre el fin de la historia, a partir de sus lecturas de Hegel, asumen diversos posicionamientos: el primero e inicial, su debate con su discípulo Bataille, en el que está en juego la figura de la soberanía en la época de la conclusión de la historia humana. Varios escenarios detalla Agamben: “en la nota adjunta a la segunda edición de su Introduction, Kojève se distancia de la tesis enunciada en la primera, según la cual el fin de la historia coincide sencillamente con el volverse a convertir el hombre en animal, con su desaparición como hombre en sentido propio (es decir, como sujeto de la acción negativa)”.
Durante un viaje a Japón en 1959, Kojève se había interesado por una cultura posthistórica, en que los hombres, abandonando la acción negativa, siguen separando la forma de sus contenidos, no para transformar estos últimos, sino para practicar una suerte de “esnobismo en estado puro”, por ejemplo, en las ceremonias. La desocupación ocupará aquí un papel central del debate con Bataille, quien la concibe como una forma soberana y sin empleo de la negatividad.
Foucault, en Las palabras y las cosas, le dará otro giro al antihumanismo, y, posteriormente, girará aún más ante la pregunta: Was ist Aufklärung? “Es un tema, o más bien un conjunto de temas que han reaparecido muchas veces a lo largo del tiempo en las sociedades europeas. Esos temas, siempre ligados a juicios de valor, evidentemente siempre han variado mucho en su contenido, así como en los valores que han preservado. Han servido, además, como principio crítico de diferenciación: hubo un humanismo que se presentaba como crítica del cristianismo o de la religión en general; hubo un humanismo cristiano en oposición a un humanismo ascético y mucho más teocéntrico (esto, en el siglo XVII). En el siglo XIX, hubo un humanismo desconfiado, hostil y crítico en relación con la ciencia; mas, por el contrario, hubo otro que cifraba toda su esperanza en esa misma ciencia. El marxismo, el existencialismo y el personalismo también han sido humanismos. Hubo un tiempo en el que se respaldaron los valores humanistas representados por el nacional-socialismo, y en el que los mismos estalinistas decían que eran humanistas.
De esto no hay por qué sacar la consecuencia de que todo cuanto haya podido reclamarse como propio del humanismo tenga que ser rechazado. Más bien podemos concluir que la temática humanista es, en sí misma, demasiado dócil, demasiado diversa y demasiado inconsistente como para servir de eje a la reflexión. Y es un hecho que, al menos desde el siglo XVII, lo que se denomina humanismo ha estado siempre obligado a tomar asidero en ciertas concepciones del hombre tomadas prestadas de la religión, de la ciencia o de la política. El humanismo sirve para colorear y justificar las concepciones del hombre a las cuales se ha visto obligado a recurrir.
Ahora bien, en relación con esto último, yo creo que se puede oponer a esa temática –con frecuencia tan recurrente y siempre dependiente del humanismo- el principio de una crítica y de una creación permanente de nosotros-mismos en nuestra autonomía: es decir, un principio que está en el corazón de la consciencia histórica que la Aufklärung ha tenido de sí misma”.

VI
En los dos casos citados de los Sex Pistols, God save the Queen y Pretty vacant, hay un exceso de significantes, desprendimientos de líneas superficiales sin profundidad, fractura de las líneas convergentes sintagmáticas y paradigmáticas o de vigencias sin significados.