Mateo construyó una máquina del tiempo fuera del tiempo. Fuera por discontinuar un tiempo histórico que no se comprendía a sí mismo, pero, además, fuera por el afuera que subvierte el tiempo y el espacio como una construcción homogénea, lineal y mecánica. Su máquina es una máquina de guerra… Una máquina que deconstruye y transgrede la fenomenología y la hermenéutica. Es la máquina del acontecimiento… Mateo es la máquina del tiempo… O, mejor dicho, es la máquina que deconstruye tiempos… Es el devenir heterotópico, tiempos en los tiempos… Espacios otros… Deconstruidos por los acontecimientos que no construyen, sino que desarman polaridades. La construcción se deconstruye en el acontecimiento inenarrable. Es la memoria del tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario