lunes, 13 de septiembre de 2010


Mapuches en huelga de hambre: la invisibilización bicentenaria.
Víctor Silva Echeto.
Universidad de Playa Ancha.

Domingo 5 de septiembre de 2010.
9: 30 hs AM.
El programa de debates de Televisión Nacional de Chile, Estado Nacional, por primera vez, luego de 52 días de huelga de hambre, asume discutir el tema de los mapuches. Fiel a su estilo de cuatro polemistas más un invitado, encara el tema con dos panelistas pro concertación, o mejor dicho, un politólogo pro Expansiva; dos pro Alianza, más un sacerdote como invitado. Pero de invitados/as mapuches, nada. Como si de una paradoja bicentenaria se tratara: la iglesia, de la Biblia y la espada, es la defensora de los/las mapuches y los partidos políticos más conservadores quienes los interpelan.

10: 00 hs. AM.
El Mercurio de Santiago ya se encuentra en los quioscos de Valparaíso. En sus páginas ninguna referencia a la huelga de hambre mapuche. No obstante, se presenta una amplia cobertura sobre la posible reapertura del caso Guzmán. Así, luego de la entrevista difundida por Chilevisión, canal del que era propietario Sebastián Piñera, al comandante Ramiro del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, la atención de los medios osciló entre los 33 mineros que se encuentran bajo tierra en Copiapó y la solicitud por parte de la Unión Democrática Independiente (UDI), partido fundado por Jaime Guzmán y en el que encuentra la mayor parte de los ex integrantes del gobierno encabezado por Pinochet, de reapertura del caso.

Domingo a las 21 horas, en el horario de noticias, Chilevisión anuncia que repetirá la entrevista al comandante Ramiro. La huelga de hambre de 32 mapuches sigue siendo un tema invisibilizado en Chilevisión. Se suman dos comuneros más a la huelga de hambre: suman 34.
10: 20 hs AM
En Estado Nacional se integra a la tertulia como invitado Jovino Novoa, senador de la UDI. Sus temas: huelga de hambre mapuche y reapertura del caso Guzmán. Nuevamente la teoría de los dos demonios. Mientras se insiste en mencionar la frialdad con que el comandante Ramiro habla sobre los fusilamientos del FPMR tanto externos como internos, se establece una línea demarcatoria entre “mapuches pacíficos” (los que no están en huelga de hambre ni pertenecen a ninguna organización “violentista”) y los “violentos”. Con estos últimos “no se puede dialogar”… Y la pregunta cruza fantasmagóricamente por la pantalla: “¿y si se nos muere un Mapuche en plenos ‘festejos’ del bicentenario?” ¿Festejos?.... ¿Qué se festeja? Me pregunto: ¿en 1810 fue la independencia de Chile o dos años posteriores? Los historiadores se encuentran perdidos. Algo habrán hecho por la historia…

Entremedio.
Excepción e ilegalidad de lo legal.
En un país como Chile, a días del supuesto bicentenario, donde las excepciones se transforman cotidianamente en prácticas que tensionan lo legal de lo ilegal o, mejor dicho, en la ilegalidad que sustenta lo legal, este debate teórico- conceptual y práctico adquiere toda su densidad.
La reciente detención de “anarquistas” y muchos ex (miristas, lautaristas, frentistas, y un largo etcétera de ex según la prensa) en el llamado caso “bombas”; la detención del ciudadano paquistaní-estadounidense; la persecución política de personas vinculas al movimiento mapuche; los 33 mineros “sepultados” bajo tierra en Copiapó, a los que se podrían sumar múltiples casos de persecuciones políticas, tensionan las prácticas biopolíticas en nuevas excepciones que sustentan la regla.
Le debemos a Michel Foucault, por lo menos desde Vigilar y castigar, el ejercicio de “sustituir” la “oposición demasiado simple ley- ilegalidad por una correlación más sutil ilegalismos- leyes. La ley siempre es una composición de ilegalismos que ella diferencia al formalizarlos”.
En Chile desde la situación patrimonial del presidente de la República hasta la compra- venta de canales de televisión hoy en día, hay múltiples ejemplos de lo indicado. En estos casos, las leyes no se oponen globalmente a la ilegalidad, sino que unas organizan explícitamente la manera de eludir las otras. En términos de Deleuze: “la ley es una gestión de los ilegalismos”. Y éstos, paralelamente, cada vez más, se asumen desde la paralegalidad de la mirada.

11: 00 hs. AM.
Finaliza Estado Nacional, la tertulia de Televisión Nacional de Chile, osciló entre el caso Mapuche y el caso Guzmán, los dos temas tensionaron a un país mediático donde la pantalla visibiliza y, paralelamente, invisibiliza temas, actores, agencias y agendas. En la hora y media de programa solo aparecieron los mapuches en entrevistas realizadas fuera del plató. En éste, los que opinaron fueron representantes de la iglesia católica, de la derecha y de la división binaria entre concertación y alianza.
La imagen de Piñera con las manos alzadas junto con los representantes de los partidos políticos con representación parlamentaria –incluido el Partido Comunista- escenifica un simulacro de la unidad de un país que niega sus naciones, comunidades culturales, que hace de la diferencia un relato único y cerrado sobre la identidad, que niega sistemáticamente que el Estado es un entelequia sin estado. Es como el alegato del ateo: “no busques a Dios que ya murió”, “no busques al Estado”, ya que éste se encuentra sin-estado.
Las pantallas televisivas muestran el espectáculo de la vigilancia (ecuación Debord- Foucault), la criminalización del otro que no agenda su diferencia sino que se lo petrifica en la desencantada narración del “país de las maravillas” de la televigilancia.
Jacques Derrida en la Universidad sin condición se refiere a la ciberdemocracia. Es decir, al ejercicio mediático de sostenerse en la operatividad de la operación técnica de los aparatos. Racionalidad técnica, le llamaron los frankfurtianos; acción instrumental, Habermas, y más cercano a mi pensamiento: “sociedad de control”, Gilles Deleuze. Soberanía en crisis, sociedades de control como pasaje de contraseñas. Televigilancia y control.

Las marcas de la postdictadura.
26 de agosto de 2010. Universidad de Chile. Campus Gómez Milla.
14: 30hs.
Las fuerzas de represión del gobierno de Chile ingresan por las puertas traseras del campus universitario, todos y todas lo que se les cruza y los/las que se le cruzan son sujetos (u objetos) de represión. A esto se le suma un nuevo tipo de aparato represivo: un fusil que dispara balas de pintura para marcar a los manifestantes. Esta no saldrá con facilidad… Luego de ello, la detención y la tortura en las dependencias de carabineros.
Autoridades de la Universidad salen a pedirles a los carabineros que se retiren de las dependencias del campus. La represión ha ido en crecimiento…
Se comenta que ésta será la característica de las próximas represiones: ingreso a las universidades y utilización de la nueva arma de represión. La que marca y reprime.
La Universidad sin condición ya tiene una nueva condición: no será más en la postdictadura chilena la autónoma entidad a la que no se puede entrar a reprimir sin autorización. La autonomía la perdió en investigación, en docencia, en extensión y, ahora aún más, en el espacio en el que se liberaban de la represión.
La máquina de guerra de los estudiantes, de los mapuches, de los movimientos sociales es combatida por el aparato del Estado de la nación chilena. Nos encontramos en las puertas del llamado con luces y tambores de guerra: el bicentenario…
Domingo 12 de septiembre.
8: 30 AM.
El Mercurio de Santiago, promotor de golpes de estado y dictaduras cívico- militares, cubre, por primera vez, la huelga de hambre Mapuche. Pero el tema no son los mapuches sino los cuatro diputados integrantes de la Comisión de Derechos Humanos, que se sumaron a la huelga. Los mapuches siguen invisibilizados… Es la invisibilización bicentenaria…


Más información sobre la huelga de hambre Mapuche:
http://www.mapuexpress.net

1 comentario:

Víctor Godoi Millán dijo...

Así como se reemplazó la madre tierra por la madre patria, se está reemplazando el hermano mapuche por el gran hermano.